Cómo utilizar una jaula para perros y que sea beneficiosa para tu mascota

Hacer de una jaula para perros el sitio favorito de tu mascota puede ser muy positivo en algunos momentos. 

Las jaulas para perros o los transportines pueden resultar herramientas muy valiosas si sabes usarlas de forma correcta. 

A continuación te explicamos qué jaulas para perros son las adecuadas para tu mascota y cómo usarlas para que sea un artículo positivo para ambos.

¿Qué es una jaula para perros?

De entrada deberías tener claro que una jaula no es un elemento de castigo, ni un lugar donde encerrar a tu perro. 

Una jaula es un “espacio” que acostumbra a ser metálico que se utiliza para trasportar a tu amigo de cuatro patas cuando tienes que hacer un viaje (en el caso de jaulas de viaje), o para aportarle un espacio en el que sentirse tranquilo.

Hamster

¿Por qué deberías usar una jaula para perros?

En una jaula para perros podemos trabajar la consolidación de un espacio suyo, donde se sienta cómodo y a salvo y esté seguro de que no va a ser molestado.

Es un lugar donde se puede trabajar la tranquilidad y el control de impulsos, e incluso una zona muy útil si tenemos cachorros en casa y necesitamos que se mantengan seguros en momentos determinados.

Además, para perros problemas determinados, como dificultades del control de esfínteres o ansiedad por separación, la jaula para perros puede constituir una opción muy positiva con el condicionamiento adecuado.

Si acostumbras a viajar, la jaula para perros es un producto estupendo para entrenar a tu perro a que se acostumbre a que ese será su “vehículo” de transporte. 

Ya sea para irte de vacaciones o para las visitas al veterinario, pequeñas escapadas u otras actividades, acostumbrar a tu perro a ese espacio confortable servirá para que vuestros desplazamientos sean más cómodos y seguros.

Cómo usar una jaula para perros correctamente

Una jaula bien trabajada es aquella que se usa correctamente y para la función para la que fue concebida. Una jaula para perros no es una cárcel ni una zona de castigo o reclusión.

Una jaula para perros usada correctamente es aquella que resulta eficiente en las rutinas de aprendizaje que quieres conseguir con tu perro y, lo que es más importante, es aquella que no es usada BAJO NINGÚN CONCEPTO de forma dura, represiva o cruel con el animal.

El concepto más importante que debes plantearte al usar una jaula para perros es que nunca, nunca, nunca (¿te he dicho ya NUNCA?) debes introducir al animal a la fuerza en la jaula. 

Tu mascota debe entrar en su jaula para perros tranquilo y sintiendo que va a estar en una zona confortable que le resultará placentera. 

No todos los perros se sienten a gusto en una jaula, por lo que deberás analizar si es la mejor opción para tu mascota.

Normas básicas de uso de una jaula para perros

Lo ideal es que la puerta de la jaula siempre esté abierta mientras estás en casa. De ese modo, tu perro podrá entrar y salir siempre que quiera.

La jaula para perros debe ser suficientemente alta para permitirle a tu mascota permanecer de pie en su interior y con el ancho adecuado para favorecer los giros y un tamaño largo en el que pueda tumbarse.

¡Ojo! Esto no significa que la más grande sea la mejor jaula para perros. La jaula de perros ideal le permitirá una estancia confortable y libertad de movimientos, pero cobijándolo de forma que se sienta seguro.

Trata de evitar que tu mascota pase más de 2 horas en el interior de la jaula durante vuestros desplazamientos ni lo encierres durante toda la noche o mientras vas a trabajar.

Exceptuando casos de problemas conductuales o físicos en los que la jaula requiere un uso más versátil y específico, el tiempo de estancia del animal dentro de la jaula para perros debe estar basado en un criterio de moderación.

Acostumbra a tu perro a su jaula en 10 sencillos pasos

Positivizar una jaula para perros es un proceso relativamente largo cuyos resultados pueden facilitarte mucho la vida y hacer de ese espacio una zona de confort para tu perro.

Busca el lugar adecuado. Si tu perro necesita mantener contacto visual contigo constantemente busca el lugar donde más tiempo se mantendrá cerca de ti. 

Sitúa la jaula para perros en su ubicación y déjala olvidada unos días. Permite que tu perro se acostumbre a su presencia. Déjale la puerta abierta con su manta para perros dentro, para que sienta curiosidad.

Cuando el animal se haya acostumbrado a la presencia de la jaula, e incluso haya entrado alguna vez, aumenta su interés por ese espacio colocando por sorpresa (y sin que te vea) alguna golosina para perros en su interior. 

Enséñale a entrar cuando se lo pidas. Ayúdate de un cliker o unos premios para tener una señal de entrada clara. ¿Cómo hacerlo?

  • Lanza un premio al interior señalando el acceso a la jaula y haz “clic” en el momento en que el perro pasa por la puerta. Entrará a comerlo y saldrá.
  • Cuando conviertas eso en una rutina haz el mismo procedimiento pero sin premio. Cuando el perro acceda al interior haz “clic” y dale el premio directamente.
  • Una vez que el perro se haya acostumbrado, utiliza una señal verbal. “Dentro”, “sitio”, “casa”. Elije la que más te guste. Cuando el perro entre, “clic” y premio. 

Enséñale a salir. Antes de que salga por su cuenta haz una señal gestual y verbal: “sal”, “fuera”, etc. En cuanto el perro pase por la puerta, de nuevo haz “clic” y dale un premio. 

Premia la estancia. En cuanto el perro entre, continúa dándole el premio de entrada, espera con calma y deja otro premio en el suelo para que lo tome mientras espera la señal de salida. 
Añade progresivamente premios para alargar la estancia.

Alargar el tiempo dentro de la jaula. No le premies si sale antes de la señal de salida y felicítale mostrándole afecto cuando espera el tiempo requerido y sale al indicarle la orden. 
Utiliza recursos como ponerle su comida dentro de la jaula o atar un hueso masticable o un Kong al fondo de la jaula. Nunca cierres la puerta durante este proceso.

Preséntale la puerta mientras está entretenido. Ábrela y ciérrala varias veces para que se acostumbre al movimiento y al sonido. Nada más. No la cierres. Aprovecha también para cambiar la ubicación de la jaula y que tu mascota se acostumbre a diferentes ubicaciones.

Cerrar la puerta. Solo si todo el proceso anterior fue exitoso, puedes empezar a cerrar la puerta siempre y cuando el perro esté entretenido en el interior. 
Al principio deberás controlar el tiempo en que es capaz de mantenerse tranquilo dentro de la jaula para perros. 
Ve de menos a más y no lo obligues a permanecer en el interior si el perro muestra algún síntoma de incomodidad o estrés. 

Aprovecha la vuelta de un paseo para introducir en la jaula para perros un elemento de distracción como el Kong e intenta que pase su siesta en el interior. 
No realices ninguna actividad que haga que el perro quiera salir para participar y empieza a alejarte de su zona de visión solo cuando veas que el animal ya asume la jaula como una estancia confortable donde sentirse tranquilo.

Hamster chateando

Vídeo sobre jaulas para perros

¿Son las jaulas para perros buenas o malas? Descúbrelo en este vídeo: