Los petauros del azúcar son bastante limpios, aunque no eligen un solo lugar para hacer sus necesidades y tienden a ensuciar todo el suelo de la jaula.
Si has decidido tener una pareja de petauros, con una jaula de 60 x 60 x 90 cm de alto será suficiente aunque, al igual que otros pequeños roedores, cuanto más grande sea su hábitat, mejor.
De hecho, el petauro de azúcar es muy inquieto. Le gusta trepar y saltar, así que agradecerá el máximo espacio posible para moverse y, de ser posible, que ese margen sea en vertical.
Sus uñas son muy afiladas, por lo que es mejor mantenérselas cortas, pero dándole cierto margen para que pueda trepar por los barrotes de la jaula. Recuerda que es conveniente para ello que sean horizontales y, de no ser así, añadir unos peldaños para que pueda subir.
En el interior de la jaula necesitará una casita para anidar, juguetes para roedores, cuerdas, ramas, escaleras y plataformas a distintas alturas para trepar y una rueda para roedores. Lo suficiente para disfrutar de un entorno cómodo y divertido.
Te recomendamos una casita de plástico para la jaula del petauro del azúcar, ya que es más sencilla de limpiar. No olvides rellenarla de trocitos de tela con los que el petauro pueda hacer su nido.
Los petauros del azúcar son unos grandes escapistas, así que el cierre de la jaula debe ser muy seguro para evitar que lo abran. Coloca la jaula en un sitio con mucho movimiento para que se distraigan con la actividad diaria de la casa, pero mantenlos aislados de corrientes de aire en un ambiente de entre 22º y 32º.